Bibliotecas

“Poseer libros es un ejercicio de equilibrio sobre la cuerda floja. 

Un esfuerzo por unir los pedazos dispersos del universo hasta formar un conjunto dotado de sentido. Una arquitectura armoniosa frente al caos. Una escultura de arena. La guarida donde protegemos todo aquello que tememos olvidar. La memoria del mundo. Un dique contra el tsunami del tiempo”.

Irene Vallejo, El infinito en un junco.

¿Cuántas veces hubo quien prefirió volver a comprar un libro ante la desanimante tarea de recuperarlo de la propia biblioteca? 

Inventarium ofrece un servicio de ordenamiento de bibliotecas particulares para evitar que esto suceda y poder acceder rápidamente al material. 

No ignoramos que una biblioteca es también un universo propio. Sabemos que no existe una única manera de ordenarlas y que el orden debe ser funcional a su usuario, al igual que los criterios que se apliquen. 

 

De esto nos ocuparemos en una primera etapa, haciendo nuestras las palabras de Roberto Calasso en su mítico ensayo ¿Cómo ordenar una biblioteca?: En lo que se refiere a los libros, el mejor orden no puede ser sino plural, al menos tanto como lo sea la persona que usa esos libros. Debe ser, además, sincrónico y diacrónico a la vez: geológico (por estratos sucesivos), histórico (por fases y caprichos), funcional (en relación con el uso cotidiano en determinado momento, técnico (alfabético, lingüístico, temático).

 

En una segunda etapa, si resultara de utilidad para el cliente, los libros pueden ser incluidos en una base de datos digital personal, aplicación que le permitirá acceder a la información y localización de cada uno de los libros de su biblioteca desde cualquiera de sus dispositivos.